domingo, 23 de septiembre de 2018

de BATATA. –«Ésta es herbácea, sin ramas; sus tallos no es- tán armados de zarcillos ni son volubles; las hojas un poco más grandes, y se encepa, no excediendo su altura de un pie: de en medio de esta cepa salen rejos que desde luego se incli- nan a la tierra, arraigándose en las articulaciones y formando nuevas matas.» (Díaz, I, 79). ||FRAILEJÓN BATÁTA. Véase FRAILEJÓN en Glos. del baj. esp. ||EN CONUCO VIEJO NO FALTAN BATATAS: adagio que enseña que de una vieja y fuerte afición quedan a menudo ciertos recuerdos o inclinaciones.

BATATÁL. Campo sembrado de BATATAS. –«En el declive de arenosa rampa, | que lentamente el batatal estrecha | yer- gue su torre y su paral la trampa.» (Lazo M., Veguera). «Un batatal de mata no necesita de cosecharse ni de almacén para guardarlas.» (Díaz, I, 79). Geog.

BATATILLA. Ipomoea batatilla, e I. fastigiata. Convol- vuláceas. Plantas trepadoras medicinales de la región cálida.

*  BATATILLA. Ceratosanthes tuberosa. Cucurbitáceas. Planta herbácea, vivaz, cuyos tallos sarmentosos, delgados, lampiños, salen del ápice de una raíz tuberosa muy gruesa; hojas alternas, largamente pecioladas, ásperas, alampiñadas, partidas en 3 a 5 lóbulos subenteros; zarcillos simples; flo- res masculinas en racimos o corimbos pedunculados, feme- ninas solitarias; corola con 5 pétalos bífidos, blanquecinos; ovario poliovular, con 4 celdas; fruto abayado, de un verde amarillento, listado a lo largo con un verde oscuro; semillas globosas. Toda la planta exhala un olor de coles podridas. Úsase la raíz como purgante en la medicina popular. Sinn. PEPINO, PASAÑA. Ref. Ben., 12.

*  BATÉA. Especie de bandeja enteriza, más o menos gran- de, de madera.–«Batea es lo mismo que dornillo o tornillo



en Castilla, hecha de madera de una pieza, en que lavan los paños, y sirven de otras cosas.» (Simón). –«Azadones y ga- mellas y dornajos que acá llamaban y hoy llaman bateas.» (Casas, III, 35). –«El oro en polvo se beneficia en lavade- ros, lavándolo mucho en el agua hasta que la arena o barro se cae de las bateas o barreñas.» (Acosta, IV, 5). El uso del objeto en el lavado de arcillas auríferas extendió el de la voz en toda la América española. Voz taína, que pasó al caribe insular bajo la forma francesa bataya (pronunciada batéa). Armas y la Academia suponen una etimología arábiga. Ref. Ov., I, 181.

*  BATÉI. Voz taína, solamente geográfica en Venezuela: EL BATEI (costa oriental del Unare). Ref. Ov., I., 163, 167.

BAYÚRE. Especie de abeja silvestre.

BEJUCÁL. Sitio abundante en BEJUCOS. –«Ya en la oscu- ridad, á través de los bejucales, las llamas de los fogones humeaban, sopladas por el viento.» (Cabrera M., La gue- rra, 41). Geog.

*  BEJÚCO. Término general con que se designan muchas plantas sarmentosas o trepadoras en Venezuela. La proliji- dad que existe en denominaciones especiales se explica por el importante papel que juega este producto vegetal en la construcción de cabañas y vallados, en los que, siguiendo el uso de los indígenas, no se ve hoy emplear un solo clavo.
–«A la manera de látigo (escribía Caulín) o tomizas, suplen la indigencia de clavos, y sirven para la ligazón de los ma- deros de casas, templos, andamios, y otros muchos me- nesteres.» (Hist., I, 3). Voz taína, que pasó pronto al español (véase Cervantes: Pers. y Sigism., etcétera). Federmann (Narrac., p. 118) escribe weschuco, Casas bexúco (Hist.,



X, 320), Oviedo bexucum; por donde se ve que la primitiva pronunciación era beshuco (con sh inglesa). Reff. Martyr, Cast., Herr. ||–AGAJERO. Planta sarmentosa, de hojas opuestas, enteras, dísticas; flores ternadas, corola gamopétala, zigo- morfa, caediza, de color solferino; estambres 4 a 6, diplos- temones; pistilo bífido, ovario libre. Llámanle así porque de él hacen los aros de los AGAJES. Guárico. D. t. BEJUCO DE AGAJE.
||–AHORCA-VENADO. Malpigiáceas. Planta de hojas opuestas, elíptico-lanceoladas, pecioladas; flores axilares, largamente pedunculadas, amarillas. Tallos poco útiles en la industria rural. ||–BLANCO. Bignonia sp. (?) ||–DE ADORÓTE. Thinonia myriantha. Sapindáceas. Especie indeterminada, usada en la hechura de ADOROTES. Parece ser el mismo B. AGAJERO o una especie análoga. Barquisimeto. ||–DE AGUA. Cissus via- torum, Vitis tiliaefolia. Ampelídeas. Llamados así porque conservan en sus tallos agua como de lluvia que descargan al cortarlos.–«Arriba de 2.000 varas de altura, hai una clase de bejuco que llaman de agua, extremadamente jugoso.» (Cod., 113). Hay especies propias de la zona cálida, Apure por ejemplo. En el Caura nombran así una especie de Dolio- carpus, según André. ||–DE AJO. Bignonia alliacea. Alusión al olor de ajo que exhalan sus hojas. ||–DE CADENA. Schnella splendens. Leguminosas. Su tronco chato y ondulado imita vagamente una cadena. Cuando está aún delgado son muy flexibles y los usan como sogas; ya más grueso, divídenlo en tiras. Es remedio popular contra el reumatismo. También lla- man así la Ipomea carnosa. ||–DE CARO. Cissus sicyoides. Tallo casi herbáceo, carnudo, largo; grueso, casi cilíndrico, algo nodoso, sostenido por zarcillos; hojas simples, aovadas o acorazonadas; flores en umbela, tetrapétalas, blancas o verdoso-amarillentas; baya subglobosa, negra, lustrosa, an- cha de 4 líneas, con una sola semilla. Ref. Ben., 13. ||–DE CONCHA. Clitoria ternatea. Leguminosas. Yerba de tallo vo- luble, algo pubescente; hojas compuestas, con hojuelas



opuestas, ovales; estípulas alesnadas. Inflorescencia en pe- dunculillos solitarios, axilares, de flor solitaria, con brac- teolas grandes, cuasi redondas; cáliz tubuloso, 5-fido en el ápice; corola popilionácea; 10 estambres, estilo corvo, es- tigma capitado; legumbre linear, plano-comprimida, casi lampiña. Planta forrajera originaria de la India oriental y de la Arabia e introducida en América. D. t. B. de conchita. (Cod., 117). ||–DE CORONA. Paulletia sp. Planta trepadora de hojas alternas, simples, enterísimas, aovadas, de ápice agudo y base obtusa, lisas, coriáceas, frágiles, con sendos nervios parale- los al raquis, deprimidos arriba, prominentes debajo, algo carinadas; pecíolo corto, retorcido, más grueso en su articu- lación con la lámina. Fruto en corimbos axilares; 6 bayas es- féricas, pequeñas, lisas, de 1 cm. de diámetro, con 3 semillas. La Smilax mexicana lleva también el mismo nombre vulgar.
||–DE CORRAL. Serjania diversifolia. Usado apenas en cons-
trucciones de cercas campestres. ||–DE CUCHARO. Especie in- determinada. (Pithecoctenium sp. ?). ||–DE CULEBRA. Especie indeterminada. ||–DE CHARO. Combretum sp. ||–DE CHINA. Cissus salutaris. Ampelídeas. Ramos cilíndricos trepadores; hojas alternas, estipuladas, trifoliadas; hojuelas agudamen- te aserradas, ásperas; inflorescencia en cimas, pedúnculos estriados, pelierizados; ovario libre, bilocular; baya con 1 ó 2 semillas. Cumaná. Raíz usada contra la hidropesía. ||–DE DANTA. Especie indeterminada. ||–DE ESTRELLA. Aristolochia trilobata y Willbrandia sp. (Doyerea angusturensis Grosour- dy). También Oxipetalum eordifolium. Alusión a la figura es- trellada que aparece en el corte transversal del tallo. ||–DE LECHE. Sarcostemma cumanense. Asclepiadáceas. Planta vo- luble, de ramos lampiños; hojas opuestas, cortamente pe- cioladas, lanceolado-lineales, acuminadas, obtusas en la base, enterísimas, membranosas, pubérulas; inflorescencia umbe- lada, interpeciolar, con pedúnculos lampiños; flores pedicela- das; cáliz quinquepartido, pubescente, corola quinquepartida,



corona pentafila. Cumaná. ||–DE MIRACIELO. Especie indeter- minada. ||–DE MORROCOY. Esp. indeterminada. ||–DE MURCIÉ- LAGO. Marcgravia umbellata, seg. Ernst. Ternstremiáceas. Vegetal sarmentoso y trepador, de 7 a 8 m.; hojas alternas, sentadas, simples, distintas las del tallo adherido de las de las ramas; flores blancas en grupos terminales, umbelares, col- gantes, a menudo tuberculosos; brácteas acogulladas; fruto carnoso, dehiscente. En el Caura (Guayana) designan con el mismo nombre una Bignoniácea, según André. El nombre vulgar es traducción del car. reramóre y del tam. rere-china- terí. D. t. MURCIÉLAGO. Ref. Díaz, I, 152. ||–BEJUCO DE REUMA.
Gouania polygama. Remnáceas (?). Planta trepadora de ta- llos vellosos. Hojas alternas, aovadas, festonado-aserradas, agudas, algo ásperas; pecíolos cortos o inflexos; racimos axilares; cáliz nulo; corola embudada, gamopétala, muy chica, de un amarillo crema, con 5 dientes agudos; anteras sentadas en las escotaduras del limbo; estigma en el fondo de la corola. Guárico. ||–DE SAMURO. Especie indeterminada.
||–DE SANCRISTÓBAL. Especie indeterminada. ||–DE TIÁMO. Acacia paniculata. Ver TIAMO. ||–DE ZARCILLO. Paullinia caribaea, Serjania mexicana, Urvillea sp. Sapindáceas. La
S. paniculata es una planta sarmentosa de hojas biternadas con líneas o puntos transparentes; hojuelas ovales, aserra- das, lampiñas; samara larga de 8 líneas. ||–DEL DIABLO. Philibertia glauca. Asclepiadáceas. Planta sarmentosa, de tallo liso, rastrero, lactescente; hojas opuestas, cortamente pecioladas, lanceoladas, acuminadas, de base aguda, enterí- simas, lampiñas, glaucas debajo; umbelas multifloras, inter- peciolares, largamente pedunculadas; flores pediceladas; cáliz quinquepartido, pestañoso, corona pentafila; corola gla- bra, blanca, de tubo corto; fruto en forma de cajillas pirami- dales. Úsanla como antirreumática en la medicina popular. Sin. IPECACUANA. Reff. Ben., 14; Díaz, II, 323. ||–GUARERO. Véase GUARO. Sin. RASCAMANO. Portuguesa. ||–HEDIONDILLO.



Especie indeterminada. ||–MANZANILLO. Especie indetermi- nada. ||–MARRULLERO. Vigna lutesla y V. vaxillaris. Phaseo- lus vexillatus. Leguminosas. Planta voluble, de tallo rastrero, pelosillo; pedúnculos florales muy largos; flores en cabezue- las, con estandarte grande, emarginado, y las alas pequeñas; legumbre cilíndrica, pelosita; semillas lanosas. Aprové- chanse las hojas como forraje. Ref. Cod., 117. ||–MELERO. Combretum loeflingii. Arbusto de ramos cilíndricos semi- sarmentosos; hojas simples, opuestas, enteras, pecioladas, elípticas, aquilladas, con estípulas rudimentarias; pedúncu- los florales axilares; flores erectas sobre el pedúnculo, agru- padas a modo de cepillo; cáliz cuatridentado, estambres 8, insertados en la garganta del cáliz; estigma nulo, ovario ín- fero, fruto cuatrialado, semilla única, oblonga. El nectario segrega un líquido viscoso, dulce, diáfano, que ha motiva- do el nombre de la planta. Crece en el Llano y en lugares adyacentes y es de escasa utilidad. D. t. MELERO sin más ni más. Sin. CHUPACHUPA en el Bajo Llano. ||–MORENO. Serja- nia diversifolia. Sapindácea. Sus tallos, de un gris verdoso, adquieren un color amarillo claro con el tiempo. Se aderezan con ellos bejuquillos o CHAPARROS muy flexibles y resisten- tes. Carabobo. ||–MULATO. (Paullinia frutescens). Serjania sp. Es verdoso y al fin amarillento el tallo después de cortado, y tiene el mismo uso que el del BEJUCO MORENO. D. t. mu- lato.–«Deje la chercha, amigo, y ande! –rugió Domingo, agitando el mulato(B. Vallenilla L., Guerra y fiebre). Guárico. También una esp. de Securidaca. ||–NEGRO. Merre- mia glabra. Convolvuláceas. ||–PARICHE. Especie indetermi- nada. ||–TIENDESUELO. Tallos lisos, hojas opuestas, pecioladas, biyugas, estipuladas; zarcillos con tres uñas; fruto chato, grueso, dehiscente en 4 valvas, algo áspero por fuera, con muchas semillas comprimidas, aladas. Guárico, Anzoá- tegui. ||–CULEBRA-BEJÚCO es el Dromicus margaritifer. Cf. CULEBRA SOBADORA. ||NO SACAR BEJUCO. No lograr lo que



uno se propone. –«Más vale que usted se vaye y no me di- ga más ná, porque conmigo no saca bejuco.» (Romero G., Peonía, 222).

BEJUQUERO. Multitud de bejucos y lugar donde crecen reunidos.

*  BÉMBA. Befo, belfo, geta; bezo. Labio inferior progna- to, o ambos labios a un tiempo. –«Te van a poner la bem- ba | como una arepa de a real». Maldonado, Tierra nuestra,
o.  116. En Méx. «boca de grandes belfos». U. t. en Hond. bajo la forma bimba, y en el Perú (1ª acepción). Sospecha Arona que la voz fue introducida por negros de Guinea.

BETÚ. Calycophillum candidissimum. Árbol maderable del Zulia, donde también le dicen BETÚN. Ver ARAGUATO.

BIBIRÍ. Nectandra rodiaei. BIROBIRO, abajo.

*  BIJA. Bixa orellana. ONOTO. Voz que en Venezuela no se usa tanto como ONOTO. Del taíno bixa (en que la x equi- vale al sh inglés). Reff. Cas., V, 327 (bixa); Góm., Méx., 46; Cast., Eleg.

BIJAGUÁL. Sitio poblado de BIJÁOS. Otra ortografía: VI- JAGUAL. Geog.

BIJÁO. Eliconia sp. pl. Plantas herbáceas de la familia de las Musáceas. Hojas radicales, largas de unos 2 pies, pe- cioladas, elípticas, rectas, flexibles, más o menos pulveru- lentas en el envés. Hay varias especies, v. g. la H. Bihai, la H. caribaea, etcétera. La primera es de hojas ovales, oblongas, coriáceas, de un verde muy garzo, con pecíolos de 2 m aproxi- madamente; escapo no mayor que las hojas; espata con 8



a 10 flores; sépalos de un amarillo anaranjado, pétalos azu- les. Crecen estas plantas en lugares húmedos y aprovechan sus hojas para techar barracas, envolver ciertos objetos y para otros menesteres.– «Puesto en ella el paciente le cubren todo con hojas de estú o conopia, hojas que tienen similitud con las del bichao.» (Carv., 338) Dudo si a este género de plantas se refiere el bihao de Castellanos. (Hist. del N. R. de Gran., I, 417, 434; II, 45, 51, etcétera). –«Los criollos, dice Humboldt, han cambiado en la voz haitiana bihao, la b en v, y la h en j, conforme a la pronunciación castellana.» (Viaje, II, 7) Reff. bihao Ov., I, 276; vijagua Tauste; visao Oviedo y Baños; bihao Cod., 105. ||–NEGRO. Heliconia sp. Especie indeterminada del Bajo Llano. Geog.

BIJO. Grislea secunda. Tách. Sin. INDIECITO.

*     BIRABIRA. Gnaphalium viravira. VIRAVIRA, abajo MARRUBIO.

BIRABIRO. Véase VIRAVIRO, abajo. D. t. BIRUBIRO, BIBIRÍ.

BIRITO. Véase VIRITO, abajo.

BIROTE. Véase VIROTE, abajo.

BOBORO. Rauwolfia heterophylla. Apocináceas. Arbusto de flores muy pequeñas, blancas, del E. Lara.

*  BOHÍO. Casa pajiza, choza, cabaña. –«Las casas en que moraban —comúnmente llaman buhío en estas islas todas (que quiere decir casa o morada); pero propiamente en la lengua de Haytí el buhío o casa se llama eracra». (Ov., I,
63) Voz taína. Hay que admitir con reserva lo que dice Fr. Simón acerca del origen de esta voz. Se halla en los autores



bohío o buhío: buyo en un papel de 1546, es decir, bu-í-o. Reff. Martyr, Décadas; Cast., Elegías; Ac., Historia; Cas., I, 315, etcétera.

* BONGO. Gran canoa mercante para navegación fluvial.
–«El javillo —sirve para canoas y bongos, sacándose al- gunos de doce varas de largo y tres de ancho.» (Cod., 103).
–«Embarqué gente en cinco bongos que tenía en el Yagual» (Páez, Autobiografía, I, 162). Créese que es voz malaya. Es más o menos el champán del Magdalena y de otros países del Pacífico. El bongo del Chagres es como el nuestro. La denominación es también conocida en las Filipinas, y el champán por otra parte se usa en los ríos de la India orien- tal. ||–Tinajón, en el Alto Llano. ||–Pacotilla para traficar en los vecindarios o caseríos. «Conjunto de víveres para de- tallar en los campos.» (Ovalles, El llanero, 196). Usual en el Guárico. ||–EL DE ATRÁS AMARRA EL BONGO, AUNQUE SIRVA
DE PATRÓN: máxima aplicada al que anda lerdo y despreve-
nido en cosas que importan.

BONGUERO. Amo o conductor de un bongo. –«Saludos que se cruzan de piragua a piragua con risueña picardía: un bonguero que lanza un dicho galante al pasar por frente a una ventana donde hay una moza.» (D. Mendoza, El lla- nero, p. 6). ||–Buhonero. –«El que maneja o el que comer- cia con un bongo. Los bongueros de la sabana cargan sus víveres en burros. Ese nombre le fué dado en el oriente del Guárico por don Miguel Méndez.» (Ovalles, El llanero, 196). –«Nada perjudicó tanto a estas (vaquerías) como el espíritu de especulación comercial, practicado por algunos individuos conocidos desde entonces (1º y tercio del si- glo XIX) en el oriente del Guárico con el nombre de bon- gueros, o sea traficantes en víveres al menudeo.» (Id., ib., 73). Usual en el Alto Llano.



BORA. Nombre genérico dado a varias plantas acuáticas con hojas flotantes. Llaman así por tanto una especie de lo- to o nenúfar (Nymphaea), la mata de agua (Eichhornia), el lampazo (Lemna), etcétera, que cubren con sus hojas lenti- culares o peltadas la superficie de las aguas tranquilas, de los pozos, de las lagunas, de los caños y ríos del Llano. EL LIRIO DE AGUA (Pontederia crassipes) es una de las boras más co- munes.– «Con los primeros hálitos del norte | del país de la nieve, | en junco silbador y bora leve | tendrá el estero flore- ciente corte.» (Lazo M., Silva, VI.) –«A lo lejos un manchón de boras, cual una diminuta isla anclada en medio de la co- rriente, se mecía.» (Urbaneja A., Ovejón!...) D. t. BORO.

BORAL. Agua o aguazal más o menos extenso cubierto de BORA. –«Los alzados aquellos, harapientos, derrengados, muertos de hambre, dormían —a lo largo de la acequia que pa- saba cantando entre los borales.» (Cabrera M., La guerra, 1.)

BOROBARO. Caladium arboreum. Véase TEGÜE.

BOSÚA. Zanthoxylum sp. pl. Rutáceas. Árboles pequeños cuya corteza contiene berberidina y suministran un color amarillo usado en el país. Madera amarillenta, no muy compacta, con poros numerosos y radios medulares bas- tante angostos. El Z. ochroxylum es de los más conocidos.
D. t. BOSÚGA, y refiriéndose al árbol, BOSÚGO. Sin. PANÉQUE. Ref. Caul., I, 5. ||–AMARILLO COMO UNA BOSÚA: ictérico, ané- mico, muy pálido.

BOSÚGA, BOSÚGO. Véase BOSÚA.

BOTARO. Rawolfia heterophylla. Árbol que se cría en Lara. (Jahn.)



*  BOTÓTO. Véase BOTÚTO.

BOTÚCO. Ipomoea bona nox. NÍCUA, abajo. Voz us. en Barinas.

*  BOTÚTO. Antigua trompeta sagrada de algunas tribus orinocenses, descrita por el P. Gumilla y Humboldt. (Viaje, VII, 22). Sinn. FOTUTO, FUTUTO. ||–* Pecíolo de la hoja del papáyo, hueco y prolongado, en forma de trompeta.
||–Strombus sp. Gran caracol de las costas del mar Caribe. Táñenlo a modo de trompa los carreteros en algunos lugares del país. Del cum. botutu, caracol grande. Véase GUARÚRA, abajo. D. t. BOTÚTU. En Cuba, fotúto.

*  BOTUTO. Llevan este nombre diversos árboles del gé- nero Cochlospermum, de flores amarillas, fácil crecimiento y madera inútil, que se plantan como seto vivo a orillas de las heredades. Las principales especies son el C. hibiscoides, el C. gossypifolium y el C. oricocense. D. t. BOTÓTO. Sin. CARNESTOLENDO. ||–Botón de una flor, pimpollo, capullo. D.
t. a menudo BOTOTO. ||–Ombligo, muñoncillo, cordón umbi- lical. Guárico.

BOTÚTU. Véase BOTÚTO, 3ª acepción.

BOYÓGO. Lagartija, en el E. Portuguesa. Cf. boyogo, y ba- yoya o bayoyó, que es en Cuba la IGUANA, según Bachiller (o.c., 259). CULEBRA BOYOGUERA es en Portuguesa una pe- queña serpiente gris, con la lengua e interior de la boca negros, ojos grandes y pupila redonda. No es ponzoñosa y se alimenta de lagartijas.

BUBÚTE. «Escarabajo de cualquier especie.» (Pic., 55). Us. en Mérida.



*  BUCARAL. Sitio abundante en BUCARES, o plantación de ellos. –«Al crepúsculo, el viento que dormía | Despertóse en los altos bucarales.» (B. Vallenilla L., Del recuerdo).
–«Del bucaral en flor la primavera | Sonreía en un cielo de cobalto.» (M. Díaz R., Perfil arcaico). Geog.

*   BUCÁRE. Nombre dado a varios árboles del género Erythrina, fam. de las Leguminosas, algunos de los cuales se cultivan para proporcionar sombra a los cafetales y ca- cahuales. Son de hojas ternadas, con la hojuela terminal se- parada de las laterales; flores de 2 a 3 juntas en la axila, de ordinario arracimadas, a menudo rojas. –«Adorne la ladera
| el cafetal: ampare | a la tierna teobroma en la ribera | la som- bra maternal de su bucare.» (Bello, Silva). –«Hace vibrar su plectro esa manola | de labios cual la flor de los bucares.» (Lazo Martí, El cantador). Ref. Cod., 52, 98. La Academia Española acentúa Búcare. ||–ANAUCO. Erythrina glauca. Árbol aguijonoso de hojas elíptico-redondeadas por ambos extremos, reticulado-venosas, subcoriáceas, lampiñas, iner- mes, glaucas inferiormente; flores azafranadas, cáliz bilabia- do, estandarte semiacuñado, extendido; legumbre lampiña, semillas cenicientas. Cultívase para dar sombra en las plan- taciones de cacao. ||–ESPINOSO. Erythrina umbrosa. Árbol grande con aguijones corvos, o a veces inerme; hojuelas subaguzadas, lampiñas; flores en espigas subterminales, esparcidas, color de grana, con estandarte larguísimo, li- near, cuneiforme, recto; legumbre torulosa, polisperma, larga de 8 a 10 pulgadas. Ref. Cod., 98. ||–LISO. Erythrina dubia. ||–PEONÍA. Erythrina corallodendron. Árbol muy aguijonoso, bastante alto, con hojuelas aovado-romboideas; desiguales, cenicientas en el envés, cortamente pecioladas, siendo mayores las terminales; flor con estandarte salmón o escarlata, seis veces más largo que la quilla y las alas; le- gumbre moniliforme, lampiña; semillas de color escarlata,



de ordinario con una mancha negra. De aquí el nombre vul- gar. Cultívasele para sombra del cacaotero.

BUCARÍTO. Planta de Mérida de hojas paripinadas (14 pares de hojuelas). Como diminutivo de BUCARE, es voz ge- ográfica.

BUCO. Caz, acequia. Voz antigua. En el resumen de las actas del cabildo de Caracas, para julio de 1592, se lee, en- tre otros pasajes: –«Así mismo mandaron se le notifique a Francisco Sánchez de Córdoba, que el agua del buco la ha- ga repartir, para que baya por todas las asequias, pena de diez pesos.» (Bolet. de la Acad. Nac. de la Hist., año III, nº 3.) Úsase aún en el E. Lara. ¿Vendrá del ant. buca, boca?

BÚCHE. Melocactus communis. Cactus caesius. PICHI-
GÜÉI, abajo. Voz usada en Occ.

BUCHITO. Neomammillaria enanimillaris. Lara.

*  BUDÁRE. Disco de barro cocido, plano o ligeramente cóncavo, en que se cuece el pan de yuca o de maíz. Los de hacer CASABE son grandes, planos, con un ligero reborde en la circunferencia; los de hacer AREPA son algo cóncavos y más pequeños. Hoy suelen usarse de hierro para este último propósito. –«Pasan la harina por un manare o tamiz de caña y hecho esto, ya la harina está en disposición de ser exten- dida sobre un budare, especie de platón de tierra algo con- vexo.» (Cod., 131). El vocablo lo tenemos directamente del caribe insular butáli, ch. putari, aruaco búddale. El objeto descrito es el comal de los mexicanos. ||SAMURO-BUDARE. Cathartes aura. ORIPOPO, abajo.

BUFÚMO. Ver BAJUMO.



BUJUMO. Guatteria sp. Árbol del Zulia.

BUJURÍTO. Árbol indeterminado, no muy abundante, de tamaño regular y propio para construcciones.

BURA. Maíz. Voz us. en Mérida.

BURÉCHE. Bebida fermentada que preparan los indios guayaneses poniendo por cierto tiempo en agua caliente el casabe. ||–«Aguardiente de caña sacado por los indios, mui dulce y de olor algo desagradable» (Montolieu). –«Se ha- llaban todos entilampados, | con el yaraque, con el bure- che.» (Gorrochotegui, Aramare, 1).

BUTÁQUE. Asiento pequeño, usado por la gente pobre del país, a modo de un catrecillo, con el forro de madera o de cuero más o menos ahondado. Hácenlo a veces sin ensam- bladura ni bisagras, de modo que resulten dos láminas de madera plegadizas sobre mismas. Voz usada en el Occ. y el Bajo Llano. En palenque (dialecto del cumanagoto) exis- tía la voz putaka, que Ruiz Blanco traduce «asiento». La voz
«butaca», usada en España, ha sido allá tenida como ameri- cana. En la primera mitad del siglo XIX, y refiriéndose a la época de los constitucionalistas españoles, decía un escritor:
«Los pocos asientos que había entre el patio y las tablas
—entonces conocidos con el nombre de lunetas, novísima- mente trocado por el americano de butacas, eran estrechos, duros, con forro de mala badana, casi siempre con desga- rrones, y nunca limpia.» (Alcalá Galiano, Recuerdos de un anciano, p. 50).



C













CABIMA. Copaifera officinalis. CABIMBO. –«Del ár- bol de aceite o copaibo, llamado también cabima, se extrae
—el famoso bálsamo de su nombre.» (Cod., 97). «El árbol más apreciable, que se halla en el Orinoco, y en todas sus vertientes, es el Cabima, que así le llaman los Indios; y en- tre los Blancos se llama Palo de Aceyte (Gum., I, 311).

CABIMA. Bálsamo de copaiba. –«Los Indios, unos le llaman Cabima, por el árbol que lo cría: otros le llaman Curucay: los Blancos, corrompiendo el nombre Cabima, llaman aceyte de Canime: otros muchos le llaman aceyte de María, y éste es el primero que sale del árbol, que con facilidad se cuaxa, y pa- rece unguento.» (Gum., I, 313). D. t. Cabimba. La sinonimia canime se usa o usó al parecer en Col.

CABÍMBO. Copaifera officinalis. Leguminosas. Árbol ra- moso, alto, corpulento, inerme. Hojas estipuladas, paripinadas;



hojuelas inequiláteras, oblicuamente aovadas, lampiñas, coriáceas; racimos compuestos, terminales, apanojados; flores pequeñas, blanquecinas; cáliz con 4 divisiones, co- rola nula, estambres de 8 a 10, libres; ovario pedicelado, le- gumbre corta, estipitada, oblicuamente ovoidea, bivalva, coriácea, lampiña, con puntos trasparentes y una sola se- milla. Guayana, Guárico, Zulia, etcétera. El del Zulia es la
C. langodorfii, probablemente. Ver CAMIBA. Del guaraní kaapi-mong=árbol dentro viscoso, según Ernst (Etimolo- gías zulianas, en «El Zulia Ilustrado», 14; 31 en. 1890). Escríbese también CAVIMBO. (Cod., 119). Para la b eufónica, compárense MARIMBA, MAMPORAL, BAMBA. Sin. ACEITE, que es más usado en los Llanos. (Ref. Carv., 372). ||–Protium in- signe. Burseráceas. Árbol de grandes dimensiones, cuya madera, liviana y algo resinosa, es propia para toda clase de obras no expuestas a la humedad.

CABÓMBO. Árbol indeterminado del Zulia.

*  CABÚYA. Bramante, cordón de cocuiza u otra fibra del país. A veces, según un uso antiguo de los conquistadores, significa ronzal, cuerda más o menos gruesa de cocuiza, ma- jagua, etcétera –«Atábanle estos bárbaros dos cabuyas o cuerdas a los piés.» (Aguado, I, 79). Voz taína, adoptada en el chaima. En cal. káboya, en gal. kabuia, en maquiritare kahuya. Reff. Cas., II, 315; III, 135; Apol., cap. CXCVII; Ov., I, 132, 277; Sum. cap. x; Herr., Déc., I, 5, 10; Cas., Gilii, et- cétera. La Academia Española escribe Cabulla. ||DISCURSO- CABUYA: discurso prolijo, difuso. ||DAR CABUYA: hablando de un negocio, darle largas, diferirlo. Alusión a la misma frase usada en el juego de niños a las cometas, cuando van sol- tando el bramante a proporción que aquéllas piden cabuya.
||DE ESA CABUYA TENGO UN ROLLO: ahí me las den todas; sé
muy bien de lo que se me cuenta.–«Así sucede: después que



una hace el milagro, otro se coje las limosnas; pero no im- porta: de esa cabulla tengo un rollo.» (Romero G., Peonía, 260).  ||ESTAR EN LA CABUYA, O PONERSE EN LA CABUYA: co-
ger el hilo de un asunto.–«Andaban ya con el escozor de la sospecha en lo más hondo del ánimo, porque –habían vis- to a Juan parado en el portón, y por tanto se ingeniarían lo suficiente a fin de ponerse en la cabulla, de escudriñar el tapujo y descubrir lo cierto.» (Picón F., Fidelia, 189). ||MÁS ES LA BULLA QUE LA CABUYA: mucho ruido y pocas nueces.
||MASCARSE LA CABUYA: deshacerse con industria de algu- na traba, como ciertas acémilas que se libran del ronzal mascándolo y cortándolo.–«Peor hubiera sido que después de estar casada, diera en la flor de mascarse la cabulla.» (Picón F., Fidelia, 445). Este autor, en su Libro raro, adop- ta la ortografía indicada por Dn. Arístides Rojas, es a sa- ber, CABUYA.

*  CABUYÉRA. Conjunto de hilos o cordones que se adap- tan a ambos extremos del tejido de una hamaca a fin de colgar ésta y de que aquél pueda desplegarse cual conviene. –«Viejo! Alce ligero —dijo Pancho, agarrando la cabullera.» (B. Vallenilla Lanz, Guerra y fiebre). –«Tomaba un quipo sujeto a las cabulleras de su columpio y contaba los nudos.» (C. Peraza, Ley. del Car., 221). –«Sus manos se hundieron ira- cundas entre las cabuyeras de la hamaca.» (Cabrera M., La guerra, 24). –«Ella se peinaba en un chichorro, meciéndose a toda cabuyera.» (Id., ib., 276). Sin. Encabuyadúra (Car- vajal). B. Vallenilla L. adopta la ortografía de la Academia Española, que en todo caso es hipotética.

CABUYITA. Diminutivo de Cabuya. –«Sobre tiras de tra- po con los colores nacionales, amarradas con cabullitas por las extremidades, se leían pensamientos alusivos a la guerra de emancipación.» (Picón F., Fidelia, 79).



CACAÍTO. Sterculia carthagenensis. CAMORÚCO. D. t. CACAGÜILLO o CACAGÜITO. –«Da buenas viguetas y sirve pa- ra obras de torno y ebanistería.» (J. Espinosa). ||–Cavendishia cordata. Ericáceas. ||–DE MONTE. Herrania pulcherrima. Esterculiáceas. Árbol elevado, de hojas digitadas; flores fas- ciculadas, de pétalos bermejos rayados de negro; hojuelas calicinas tomentosas; coronas estaminales con lacinias aova- do-lanceoladas, agudas, fruto aovado-oblongo, coriáceo-leño- so, indehiscente, que contiene, alojadas en su pulpa, semillas ovales, angulosas, de cubierta apergaminada, venosa.

*  CACÁO. Theobroma sp. pl. Esterculiáceas. Árbol univer- salmente conocido a causa de su extenso cultivo. El fruto o mazorca puede ser liso o verrugoso. –«Las formas de fruta lisa y con surcos pocos hondos (tipo calabacilla o trinitario) pertenecen a la especie Theobroma leiocarpa bernouilli; las de fruta verrugosa y hondamente acanalada (tipo criollo), al Th. Cacao. Entre las formas fundamentales, se observan todos los intermedios posibles, debidos a una intensa hibri- dización (Nota Ms. del Prof. H. Pittier). De las variedades dichas cultívanse el cundeamor, el forastero, el margariteño, el zambito, el lengua de vaca, el angoleta, el amelonado, el pompón, el cojón de toro, y el macho. La voz, aplicada al ár- bol o al fruto, carece de plural. D. t. CACAOTERO: que evita la ambigüedad. Del azteca cacahuatl. Ref. Díaz, I, 159.
||–Fruto del CACAOTERO; aunque más bien se aplica la voz
a la almendra, que a la mazorca. –«Son unas como almen- dras que ellos (los Mexicanos) llaman cacauatl, y los nues- tros cacao, como en las islas de Cuba y Haytí.» (Góm., Méx., 79). Ref. Ov., I, 315. ||CHUPA-CACAO. Pájaro muy vis- toso de mediano porte, que se halla en la antigua provincia de Barinas. Probablemente un trogónido. ||NO VALER UN CACAO: no valer un bledo. Expresión hoy corriente sobre to- do en Centroamérica, y sin duda en México, donde el cacao



sirvió de moneda en otro tiempo. En el siglo XVIII valían un real de plata 50 almendras, es decir 50 céntimos de bo- lívar. (Pittier). ||PEDIR CACAO: pedir perdón, rendirse. Alusión al grito particular que emiten los gallos de riña cuando huyen. U. t. en Col. ||SER UN GRAN CACAO: ser un magnate, un personaje de campanillas. Recuerdo de los tiempos coloniales, en que la riqueza consistía por lo prin- cipal en plantaciones de cacao.

*  CACAOTAL. CACAUAL. –«Hay beneficio de cacaotales donde se crían, como viñas o olivares en España, por el trato y mercancía.» (Ac., IV, 22).

*  CACAUÁL. Plantación de cacaoteros. –«Los consolé con ofrecerles que haría una oficina común donde se fabricaría nuestro sayal y algodón para vestir los vaqueros del hato y a los negros del cacagual.» (Información de 1765, en L. Duarte Level, Hist. patria, 151). D. t. CACAGUAL (Díaz), cacaotál (Salvá), cacahual (Ac. Esp.).

CACAUÉRO, A. Se dice de lo referente al cacao.–«Es for- tuna que no haya habido quien –declare que sólo sería dig- na de intitularse criolla la literatura que –se deleitara en describir la zambra mozambique –de nuestro paisanaje ac- tual en una hacienda cacahuera.» (Díaz R., Sermones líricos, 251). D. t. CACAHUERO, CACAGÜERO.

*   CACAUÉTE. Arachis hypogaea. MANÍ, abajo. D. t.
CACAHUETE.

CACAUÍLLO. Cacauíto. Véase CACAÍTO, arriba.

*  CACÍCA. Mujer que tenía la dignidad del cacicazgo en alguna tribu indígena. Usa la voz Castellanos (Eleg., pass.;



Hist. del N. R., II, 40) hablando de mujeres indianas prin- cipales. ||«Palomita de color de carne y en parte cenicienta, que abunda en los rastrojos y espineros.» (Febr. 121). Casica, Febres C.

*   CACICAZGO. Dignidad y estado de cacique. En len- guaje político es el hecho de existir una influencia más o me- nos grande sobre una agrupación social por parte de un personaje notable. U. t. en el Urug. Ref. Cast., N. Reino, I, 71.

*  CACIQUE. Jefe, capitán, régulo de una tribu o clan in- dígena. Voz que temprano se generalizó en la América es- pañola. Afirma con todo Fr. Simón que era vocablo «usado entre los alarbes de África, en el reino de Mazagán, con el cual nombre nombran al principal y cabeza de los aduares, como también le nombran xeque». Armas y Calcaño si- guen a aquel cronista, que naturalmente se refiere al shéij de los árabes y otros pueblos semíticos. La voz CACIQUE re- conocida como americana por casi todos los cronistas, ha entrado en el caudal del español, aplicándose hoy a toda per- sona que, especialmente en lo político, ejerce gran influen- cia en alguna comunidad. Ref. Cas., I, 382; Ov., I, 35.

*  CACIQUISMO. Sistema o situación determinada por un caudillo. U. t. en Urug. y Esp.

CACÚRE. En Guayana, garlito para pescar. Voz baniva, tomada del tupi cacoary o cacuari; en lengua general, ca- curi. Reff. Martius, Beitr., I, 612; Koch-Grünberg, Zwei Jahren u.s.w. II, 43; Matos Arvelo, etcétera.

CACURI. Ver CACURE. Ref. Montolieu, Viaje al Inírida.

CACURO. En Coro significa avispero.



CACHÁCO. Gomoso, lechuguino, petimetre. También, elegantemente vestido con todas las exigencias de la mo- da. Indica Cuervo que el vocablo significó primeramente en Colombia desaliñado en el vestido, y que en tal sentido fueron así llamados los liberales colombianos de 1830 por sus adversarios; pero que habiendo aquéllos triunfado, la voz vino a significar a su vez lo contrario, es decir, «joven elegante y garboso, no pocas veces un tanto amigo de aven- turas», y luego lechuguino, petimetre. En este punto de la evolución lexicográfica han tomado la voz, según se ve, los habitantes de la Cordillera. Ejemplos análogos podrían ci- tarse en otras lenguas vivas de Europa. Ref. Pic., 60.
CACHÁMA. Chaetodon sp. Pez del mar Caribe. ||–Pez ancho y grueso, largo de tres o más pies, de escamas gran- des, cenicientas; muestra algunas manchas amarillentas a los lados, sus dientes son como los del caballo, y su peso exce- de de 16 libras hasta más o menos arroba y media. Críase en los ríos de los Llanos y Guayana. –«Hay otros pescados gran- des, anchos y cortos de escama, que les llaman cachama, que es buen pescado.» (Ov., II, 221). En maipure y guagibo, tatáma. Reff. Cast., Eleg. a Ordaz, c. 2º; Carv., 116; Gum., I, 284; Gilii, I, 76.
*  CACHÁPA. Torta de maíz tierno. –«Con el maíz tierno se hace otro pan llamado cachapa. Como en este estado no se puede desgranar, se cortan las hileras de los granos de la mazorca con un cuchillo: esta masa tierna molida se en- vuelve con hojas de la misma mazorca sin más prepara- ción, y se le da cocimiento sin sal: también se pone sobre el budare entre hojas de plátano.» (Díaz, I, 34). La primera de es- tas preparaciones suele llamarse HALLAQUITA DE JOJOTO: la se- gunda, cocida al budare y en forma de torta, es propiamente la CACHAPA. Voz chaima, afín de la cum. kákcha o káicha, torta de casabe.



CACHAPEAR. Conforme lo expresan las leyes del Llano, es suplantar, desfigurándola, una marca antes hecha a una res con el hierro quemador. –«Por un pleito con don Juan Villasana, a causa de un hierro cachapeado –se le metió entre cejas que su hijo debía estudiar para defender lo su- yo.» (B. Vallenilla L., Guerra y fiebre). –«Pero manque hi- cieran diez años, tuavía tendría ese jierro cachapiáo allí.» (Cabrera M., Mimí, 26). ||–En estilo pornográfico es tener amores lésbicos dos mujeres.

CACHAPITA. Pequeña torta de maíz tierno.

CACHICAMEAR. Cazar armadillos. –«Al juez, para una demanda, | llegué a Cabruta buscando, y el secretario me dijo | que andaba cachicameando». (Trova popular, en Ovalles, El llanero, 162).

CACHICAMÉRA. Madriguera del armadillo. Véase CA- CHICÁMO (Dasypus) adelante.

CACHICAMERO, A. Concerniente al armadillo. ||–AVISPA CACHICAMERA. Avispa grande, negra, cuyos nidos, alargados, con surcos transversales imitan las cinchas del armadillo. El insecto es temible por su picada. Ref. Gilii, I, 279.

CACHICAMÍTO. Dim. de CACHICAMO. ||–Larva de la hormiga-león. Es carnívora, y para atrapar su presa abre hoyuelos embudados en el suelo polvoriento. Un vago pa- recimiento con el armadillo hale valido el nombre vulgar.

*   CACHICÁMO. Edentados de la fam. de los Dasipó- didos, género Dásypus, cuya cubierta dérmica consta de placas óseas dispuestas en filas trasversas sobre el dorso y cola, formando una coraza movible; extremidades cortas,



con garras arqueadas; muelas pequeñas, cilíndricas. Abun- dan en las sabanas de los Llanos y viven en madrigueras de 1 a 2 m de largo que ellos mismos se fabrican, a veces debajo de un nido de BACHACOS o de COMEJENES. Ven mejor hacia atrás que hacia adelante, y en ello va la manera de cazarlos. Nútrense de gusanos, orugas, insectos. Su carne es blanca y uno de los manjares comunes del llanero, para quien son una amenaza los hoyos o CACHICAMERAS con que minan estos animales las praderas. El D. sexcinctus tiene 6 fajas, y dien- tes anteriores; el D. novemcinctus 8 a 10 fajas, y cola lar- ga; el D. gigas, bastante grande, tiene cerca de 100 dientes. Se halla en el Caura. CACHICAMO es voz cumanagota que encontramos en otras lenguas caribes, v. g. el calína kachí- kamon, el tamanaco kaikkámo, el arecuna kachickamó. Dice Cassani expresamente: «llámanle los Indios Cachicamo, y los Españoles Armadillo.» (Hist., p. 43). «Se comen tam- bién en días de pescado. Viven en cuevas subterráneas y los llaman los indios Cachicam.» Ruiz B., Conversión, § 26. Castellanos cita la voz como nombre propio de un cacique de Barcelona. (1, Eleg. XI, c. 5º). Ref. Cod., 167. ||–Calo- phyllum calaba. Gutíferas. Árbol silvestre muy coposo, bastante corpulento, alto de 50 a 70 pies, de ramitas tetrá- gonas; hojas opuestas, penninervias, simples, coriáceas, oblongas o elíptico-oblongas de 3 a 10 pulgadas de largo, venosas, cortamente pecioladas; flores pequeñas, de un blanco rosáceo, de olor agradable, con estambres variables; drupa globosa, verdosa, de 1 pulgada de diámetro. Por las grietas o heridas de la corteza fluye una resina aromática. Su madera es incorruptible. Sin. MARÍA. Ref. Gros., II, 403.
||–Árbol bastante corpulento que da tablas de 12 a 14 pul-
gadas; madera propia para construcción de buques, por ser inalterable en el agua. Crece en el Oriente y en Barqui- simeto. Debe de ser el mismo descrito arriba, o una especie afín. Ref. Cod., 118. ||RAÍZ DE CACHICÁMO. Echites sp. pl.



Apocináceas. Plantas trepadoras de que hay varias espe- cies, v. g. E. bifora, E. subsagittata, E. symphitocarpa. La primera tiene cimas pedunculares bifloras (a veces triflo- ras o unifloras), corolas blancas y folículos cilíndricos. La especie descrita por Benítez tiene los caracteres siguientes:
–«Sus hojas son ovaladas, verdes, pecioladas, opuestas, de pulgada y media de longitud y una de ancho, un poco ás- peras y vellosas: sus flores, terminales, son amarillas, tu- buladas, con 5 lóbulos, 5 estambres, 1 cáliz con 5 lacinias y 1 pistilo. Su fruto es una cápsula del grueso del cañón de una pluma de escribir, muchas veces de 4 pulgadas de lon- gitud y retorcido a la manera de cuerno de cabra, con va- rias semillas, con plúmulas vellosas. Sus raíces son largas, cilíndricas, parduzcas y de un olor aromático fuerte, aná- logo al del armadillo o cachicamo, de que ha tomado el nombre toda la planta.» (Ben., 80). Se emplea en la me- dicina popular como antiespasmódica.

CACHICÁTO. Sparus aurata. Pez del mar Caribe. Co- rrupción, al parecer, de cochicato, cierta ave zancuda de México. Sin. COCHICATO (Loefling).

CACHÍFO. Muchacho, rapaz, en la Cordillera. (Pic., 60). Voz sin duda importada de Colombia. Cf. Cuervo, 981.

CACHIMBÍTO. Cassia sp. Sinn. CHIQUICHIQUE, URUMACO.

*  CACHÍMBO. Pipa de fumar.–«En medio a la humare- da de los cachimbos y los tabacos, los hombres rodeaban al viejo Trifón.» (Urbaneja A., El rodal de las higueras).
–«El viejo carga y prende su cachimba (pipa).» (J.M. Rivas, Costumbres zulianas, 94). Como se ve, suele dársele terminación femenina, a causa de «pipa». –«La palabra ca- chimbo, caximbo, cachimbao, por pipa de fumar, pertenece



verosímilmente a alguna lengua de los negros.» (Martius, Beitraege, II, 424). En Cuba, Perú y Chile, *cachimba, y en esta forma registran la voz la Academia y Salvá; en el Brasil y la Arg., cachimbo. ||–Psychotria pinnutaris. Rubiáceas. Arbusto ramoso, de tallos cilíndricos, huecos; hojas opues- tas, enteras, simples, casi sentadas, estipuladas; pedúnculos terminados compuestos, ternados; corola gamopétala, estre- llada, con tubo cerrado; ovario adherente. Guárico. –«Lleva este nombre desde que los indígenas la usaban en forma de tubo de pipa para aspirar ellos el humo del tabaco.» (Dr. T.
A. Domínguez). ||–Crotophaga sp. GARRAPATERO. Us. en el Alto Llano. Sin. GUAINÍS, q. v.
CACHIPÍLLO. Tropaeolum moritzianum. Geraniáceas. Yerba enredadera, de tallos largos, delgados, moraduzcos; hojas largamente pecioladas, abroqueladas, truncado-orbi- culares, con 5 lóbulos, y la cara inferior con nervios y venas muy pronunciados; flores de unas 10 líneas de diámetro, anaranjadas, axilares o en racimos terminales pancífloros, largamente pedunculados; limbo franjeado o con muchas la- cinias desiguales, de las que las inferiores son setiformes.
CACHÍPO. Heliconia bihai. BIJAO, arriba. Ref. Gilii, I,
180. ||–Pecíolo de la hoja seca y caduca del banano. En arec. kasipa. Sin. BAJERO. ||–En Coro es voz vulgar que sig- nifica colérico, enojado.
CACHÍRI. Bebida fermentada que aderezan con YUCA y
BATATA. Díaz (I, 66) describe su preparación. D. t. CASÍRE.
En gal. kassiri, en tupi kaxirí, kachirí o kassirí, lo mismo. En Venezuela no hacemos aguda la voz. Conocido es el famo- so grito de guerra de los realistas en la acción de San Félix: Firme, ¡Cachirí! (Cachirí era el nombre de un batallón crea- do en los llanos de Casanare por los Españoles, después de la acción de Cachirí).



*  CACHUPÍN. –«A los que de Europa pasan a las Amé- ricas, en la parte del Perú llaman Chapetones, y en la Nueva España llaman Cachupines: nombres que impusie- ron los indios a los primeros Conquistadores y permane- cen hasta hoy.» (Gum., I, 75). Voz hoy anticuada en Venezuela. En la guerra de independencia estuvo por su- puesto en uso.– «Tomó pues dicho pueblo el cachupín.» (Marcano, Poema, etcétera, carta 1ª). Decíase también ga- chupin. Cervantes usa la forma cachopín. (Quij. 1 : 3). El fe- menino CACHUPINA he oído en cierta copla popular.

CADÍMO. Árbol de las regiones cálidas del Táchira.

*  CAGUÁMA. Caouana caretta. Quelónidos. Especie de tortuga del mar Caribe. Da una especie inferior de carey, distinto del legítimo por tener los bordes de las manchas oscuras como borrados, y las partes claras menos traspa- rentes. Del galibi kahuane.

CAGUÁRO. Árbol indeterminado de Barquisimeto y Ma- racaibo. Su madera es pesada, de un gris claro con vetas li- geramente oscuras, siendo susceptible de pulimento.

CAHUÉI. Ara sp. GUACAMÁYA. Voz marabitana, según Humboldt. Cf. Bachiller, Cuba prim., 230, y Humboldt, Viaje, VII, 21.

*  CAIMÁN. Saurios de la familia de los Crocodílidos, gé- nero Alligátor, caracterizado por una foseta profunda en la parte anterior del intermaxilar y otras semejantes en cada maxilar superior, donde respectivamente encajan los dos primeros dientes de la mandíbula inferior y el cuarto cani- no de cada lado; las patas posteriores, además, están pro- vistas de una membrana interdigital completa. Hay cinco



o seis especies en el país (A. niger, A. sclerops, etcétera) de las que las más grandes llegan de ordinario a una longitud de 3 a 6 metros y se distinguen entre sí por la osificación completa o no de los párpados superiores y en la disposi- ción de las placas de la nuca. Estos grandes reptiles infestan los ríos navegables de Venezuela y alcanzan los mayores ta- maños entre los crocodílidos de acá. El A. trigonatus es de los menos crecidos, casi del tamaño de una BABA.–«Ay otra especie de Cayman, menos corpulento, y más delgado que el mayor, no pasará de cinco varas, pero son muy ligeros y más feroces que los otros; los llaman Tartaguitos, porque tienen manchas negras sobre color pagizo.» (Cisn., 43). No es raro que le atrapen los naturales zambullendo y echándole un lazo debajo del agua. CAIMÁN es voz taína y galibi: en cal. se decía akayumán; pero los dialectos caribes del continente adoptan nombres tomados en general del tupi jacaré. Reff. Ov., II, 381; Cast., Eleg. a Ordaz, c. 2º, etcétera; Góm., Méx., 73; Cod., 215 ||–Entre jiferos es el esternón o hueso del pecho de la res. ||YERBA DE CAIMÁN. Polygonum acuminatum. || ESTAR COMO CAIMÁN EN BOCA DE CAÑO. Estar en acecho, estar em- boscado.–«Codazzi se hallaba en la playa, aguardando como caimán en boca de caño (Tosta G., El poder civil, 173).

CAIMÁNA. Caimán hembra.–«Todo el que tiene dinero | tie- ne la sangre liviana, | aunque su padre sea un tigre | y su ma- dre una caimana.» (Trova popular, en Picón F., Fidelia, 160).

CAIMANCITO. Caimán pequeñuelo.–«Ponen sus huevos en las playas de los ríos, y de ellos salen unos caimancitos que al momento se dirigen por instinto hacia el agua.» (Cod., 216).

CAIMANOSO, A. Infestado de caimanes, aplicado a ríos, por supuesto. –«Todos esos foragidos arrojados por Crespo



y nuestros dos mil valientes al torrentoso y caimanoso Arauca –es un cuadro pavoroso en que alcanzo a ver al- go del castigo divino.» (Guzmán B., Memorándum, 232).

CAIMIRÍTO. Ruyschia souroubea. Ternstremiáceas. Planta voluble de hojas trasovadas, obtusas, escasamente peciola- das; flores en espigas laxas, con pedúnculos alargados y cogullas sentadas, aproximadas al cáliz y largamente biauri- culadas; corola quinquepétala, estambres 5, alternantes con los pétalos, pegados a la corola y como insertados en ella. Montañas del E. Portuguesa.

*  CAIMÍTO. Chrysophyllum caimito. Sapotáceas. Árbol crecido, coposo, de hojas grandes, pecioladas, ovales u oblongas, puntiagudas, de color verde oscuro por arriba y ocre dorado por el envés y con nervaduras casi perpendicu- lares a la costilla; flores pequeñas, purpúreo-blanquecinas, de corola campanudo-infundibuliforme, cuyo tubo es dos veces más largo que el cáliz; baya verdosa, purpúrea o azu- lada, con semillas solitarias, prietas, en cada celda. Este fruto, también llamado CAIMÍTO, contiene una pulpa blan- ca, algo gelatinosa, bastante agradable. El Ch. oliviforme es menos grande que el anterior, aunque parecido a él; sus ho- jas son dorado-tomentosas por el envés, con nervaduras sesgadas respecto de la costilla; flores blanquecinas y fruto con una sola semilla por aborto de las demás. Kaimito es voz taína. Reff. Ov., I, 395; Cas., V, 324; Cast., N. Reino, II, 232; Cartag., I; Cod., 109. ||–AMARILLO. Rhoedia madrunno. Es el Madroño del Alto Apure. Nombre alusivo a la forma y color del fruto. ||–DE MONTE. Chrysophyllum sp. Árbol silves- tre semejante al CAIMITO frutal. || HOJA-DE-CAIMÍTO es un cali- ficativo familiar aplicado a una persona inconstante, variable, versátil, veleidosa. La expresión se funda en el diferente color que tienen las hojas del caimito en la cara y en el revés.



CAIMONÍ. Rivina humilis. Fitolacáceas. Planta herbácea de ramos anguloso-estriados, algo tomentosos; hojas aovadas, acuminadas, casi enteras, algo crasas, escasamente tomento- sas o densamente pubescentes; racimos más largos que las hojas; flores blanco-rosadas. Habita en Coro. Planta vulnera- ria. En Cuba es caimoní, según García, cierta fruta silvestre (Bachiller, Cuba primit., 230).
CAITOCÚ. Especie de escuerzo de Guayana.
CAITÚCO. Bixa orellana. ONÓTO. Voz usada en el Oriente y Guayana. D. t. CAITÓCO.
CAJÁRO. Pimelodus grunniens. Silúridos. Pez grande del Orinoco, de cabeza escamosa, y cuerpo blanco, amarillo y rojo, con algunas pintas negras. Despide muchos gases al cogerlo, y su carne es poco o nada apreciada. Debe ser el que Humboldt llama carxaro. ||–Platystoma pardalis. (?) Silú- ridos. Pez grande de los Llanos, cuya carne se tiene en poco, utilizando sólo la grasa, que se ha preconizado contra las gomas, lujaciones, anquilosis, y otras lesiones parecidas. Sin. CAHARO (Carv., 166).
CAJÓBO. Árbol de la serranía de Nirgua, cuya madera se uti- liza en obras de carruajería. (¿Voz sinónima o afín de CAÓBO?).
CAJÚ. Sicana odorifera. Cucurbitáceas. Especie de cala- bacera y su fruto, que es liso, lustroso, largo de 12 a 18 pul- gadas, polispermo, morado oscuro, de pulpa amarilla, en sabor y olor parecida a la del melón. Tallo larguísimo, tre- pador, estriado; hojas alternas, de limbo bastante ancho, con 5 lóbulos desiguales, flores axilares, amarillas, las masculinas en espigas o racimos, las femeninas solitarias. Ver cita en Urbaneja Achelpohl, Tierra del sol. D. t. CAJÚBA.
CAJÚRO. Árbol indeterminado de Barquisimeto.



* CALAGUÁLA. Polypodium crassifolium. Helecho de frondes oblongas, agudas, muy estrechas en la base, coriá- ceas, enterísimas, cortamente estipuladas, reticulado-venosas, lampiñas; venas primarias paralelas, soros uniseriado-com- puestos, apartados. Se halla en las faldas del monte Cocollar, y es medicinal. Del quichua kalla-hualla, helecho. Ref. Ben., nº 19.

CALAMBÁ. Yerba de Guayana y el Bajo Llano, cuyas ho- jas fuman los indios de Arauca.

CALÉMBE. En Barquisimeto significa guiñapo, harapo, calandrajo; y se dice en tono despectivo, por ejemplo, Coja
U. sus calembes y lárguese! (=coja sus trapos, su ropa). Esta voz se halla en los vocabularios del Alto y Bajo Ori- noco recogidos por Crevaux, en la acepción de cierta es- pecie de calzoncillos para hombre. Parece voz africana.

CALÚNGO. En la Cordillera es perro lampiño, perro chi- no. Voz importada de Colombia.–«Nacen también algunas veces terneros absolutamente sin pelo a que se da el nom- bre de calungos, denominación con que se distinguen cier- tos perros sin pelo originarios de Calongo o Cacongo en la costa de Guinea, y que en Francia llamamos perros turcos, sin saber por qué.» (Roulin, en Viajes científicos por el cor. Acosta, p. 232).

CAMAPÁN. Véase CUMAPÁN, CHANGUANGO.

CAMÁRE. Arbusto indeterminado de Coro.

CAMARIÁPA. Bombax sp. MUREBE. Camariapa es, según Caulín (Hist., II, 27), voz caribe usada antes en Barcelona.



CAMARÓA. Árbol lactescente de Coro, de hojas algo pa- recidas a las del PAPAYO.

CAMARÚCO. Sterculia sp. CAMORUCO.

CAMÁSA. Fruto del CAMÁSO, y vasija hecha de él. –«Cuando el sol nuevo rasgaba brumas | De aquellas lomas del Cari- cuao, |Ya con camasas, ya con totumas, | Agua cogían del Ma- carao.» (D. R. Hernández, Arrullo de las palomas). Geog. (Las Camasas).

CAMÁSO. Lagenaria vulgaris. Cucurbitáceas. Calaba- cera de climas cálidos, cultivada a causa de su fruto, que labrado convenientemente, provee de artesas o barreños muy útiles en los campos. El fruto es muy grande, piriforme y de corteza gruesa y ligera. –«Entonaba quejumbrosas canciones, bajo el secular camaso, que trajera del riñón de los Llanos un tío abuelo.» (Urbaneja A., Y eran siete gatos, todos negros).

CAMÁTA. Crypturus sp. Especie de gallina silvestre de co- lor gris mosqueado de pardo, cuya carne es muy apreciada.
–«Ay otras, que llaman Camatas, mayores que Gallinas.» (Cisn., 33).– «Cual una queja de mata en mata | venían los ecos tartamudeando | el triste canto de la camata.» (Lazo Martí, Melancolía).

CAMATICÁRO. Virola venezuelensis. Miristicáceas.
–«Árbol de grandes proporciones (alcanza hasta más de 50 m.). común en las selvas que cubren las montañas del lito- ral, entre 600 y 1.200 m. La madera rojiza la usan los ha- bitantes de la Colonia Tovar y costas de Puerto Lacruz y Maya para hacer escándulas, con las que cubren los techos de sus viviendas campestres.» (A. Jahn). Sin. CUAJO.



CAMÁYA. Cesto, canasto.–«El común ejercicio de los in- dios varones es tejer canastos, o camayas, en que conducen las mujeres los frutos de la labranza.» (Caul., I, 12). Del cum. kamai, canasto.

*  CAMBÚR. Musa sapientum. Planta cultivada, del géne- ro del banano, pero con fruto más pequeño y también más variado en tamaño, color y sabor. –«Las otras dos especies (de plátanos) se diferencian mucho en la magnitud, por ser éstos mucho menores; unos se llaman bananos y otros cambu- res, éstos más pequeños que aquéllos.» (Caul., I, 4). «Camburí no es vocablo indígena, sino africano, dado por los Guanches, primeros pobladores de las islas Canarias, a una de las varie- dades del plátano, mucho tiempo antes del descubrimiento de América.» (A. Rojas). Hay diferentes variedades que se dis- tinguen con nombres particulares, en los cuales la idea pre- dominante es el fruto y no la planta, que se nombra MATA DE CAMBUR. La pronunciación vulgar es la indicada por Gilii, I,
213 y Codazzi, p. 126: CAMBÚRE. El plural es por supuesto
igual para ambas formas. –Principales variedades: el CUYACO, de tamaño grande; el GUINEO, de fruto mediano, largo, cur- vo, obtusamente aristado y corteza verde, frágil, indicando su nombre un origen africano; el PIGMEO que es el mismo guineo para los labradores del Oriente, llamado así por ser muy baja la mata; el MANZANO, de fruto pequeño, casi cilíndrico, ape- nas aristado, corteza amarilla y pulpa con olor de manzana; el MORADO, con el tallo, costilla de las hojas y corteza del fruto violáceos, siendo el fruto semejante al «manzano» en su fi- gura; el NEGRO o CRIOLLO, pequeño, corteza verde, salpicada de negro; pulpa rosada después de cocido el fruto, cuya for- ma es la del manzano, y que sólo se usa como verdura; el RES- PLANDOR, grande, parecido al plátano dominico, de pulpa rosada, muy agradable; el TITIARO, el más chico de todos, amarillo, de la forma del manzano, corteza resistente y pulpa



compacta muy dulce; el TOPOCHO (PÚMARO o LÓCHO en Or.), de fruto con tres o cuatro aristas, corteza amarilla, pulpa flo- ja, uno de los más cultivados entre todos. ||–En plural, deno- ta un juego de niños. Véase CIPOTE. ||–En plural también denota ciertas almohadillas en forma del fruto que solían usarse en el tocado mujeril, aplicadas en los lados de la ca- beza. Bananas en la Arg., Pompadour entre modistas.

CAMBURAL. Plantación de cambures. –«Cantan borra- chos de aromas en los racimos del cambural.» (Cabrera M., Mimí, 11). –«En los claros del cambural, viejas y mozas soasaban entre alegres decires, las verdes hojas.» (Urba- neja A., La bruja).

CAMBURÍTO. Especie de orquídea, así nombrada por el olor de su flor a cambur manzano. Portuguesa. ||–Cereas sp. Especie de cirio o CARDÓN poco elevado, cuyo fruto alargado, amarillo, comestible, se asemeja a un CAMBUR pequeño. Crece en las sabanas septentrionales de Coro.
||–Sesuvium portulacastrum. VIDRIO (hierba).

CAMIBA. Copaifera langsdorfii. Véase Cabima, voz que es simple metátesis.

CAMÍCHI. Palamedea cornuta. ARÚCO, arriba. Voz gali- bi; en kal. kamityi. Ernst opina que viene del guaraní aka- me cabeza, y hati cuerno. Indicaremos, si así fuere, el nombre omagua ghamiky.

CAMIRÍ. En Mérida es una especie de canasto grande, y el mimbre de que se lo fabrica. –«La esposa carga sobre las espaldas un enorme canasto o camirí lleno de verduras.» (Salas, Tierra-Firme, 182). Acaso la misma voz car. cara- míche, espuerta.



CAMOÁRE. Véase CAMUÁRE.

CAMORÚCO. Sterculia carthagenensis. Árbol corpulen- to y frondoso, alto de unos 50 pies; hojas acorazonado- redondeadas, trilobas o quinquelobas, lampiñas encima, ceniciento-bozosas debajo; panojas axilares o terminales; cáliz coroliforme, amarillento con puntos purpúreos; folí- culos lampiños, aceitunados, sedosos por dentro y de un amarillo canario, con 3 a 6 semillas negras, ovoideas, lus- trosas. D. t. CAMARÚCO (Caul., III, 25) y CUMARÚCO. Geog.
Véase CACAÍTO.

CAMPÁTE. Grande avispa negruzca, bravía, que hace ni- dos esféricos en lo alto de los árboles. Aragua.

CAMUÁRE. Palmera pequeña que cree Ernst sea una es- pecie de Geonoma. Se utiliza en la fabricación de CEBUCA- NES. Oriente, Guayana. D. t. CAMOÁRE.

CAMÚCO. Palamedea cornuta. ARÚCO, arriba. Del arua- co khamoku; en uairaco ghamoku. Ernst saca la voz del guaraní akame, cabeza, y mbukú, alto (Etimologías zulia- nas, en «El Zulia Ilustrado», enero 1890).

CAMUQUÉNQUE. Didelphys sp. RABO-PELADO. Us. en el Guárico.

CAMÚRO. Crescentia cucurbitina. CAMASA, arriba. La planta, el fruto y la vasija con éste aderezada tienen igual nombre en el Zulia. Del guagiro amuru, árbol de las cala- bazas, según A. Rojas (Cien vocablos indígenas). Ref. Med., 37 (2ª ed).

CANA. Véase CHICA, abajo.



CANAGUACÍL. Caulín usa esta voz con el significado de proel (de una canoa). Ignoro si está hoy en uso.

CANAGÜÉI. Aplicado a los gallos, denota un color en que el cuello, alas y lomo están manchados con plumas castañas. También un color amarillo claro. –«Los colores de los gallos se denominan: zambo, pinto, talisayo, mara- ñón, canagüéi, gallino, etcétera, lo cual equivale a colorado, oscuro con pintas blancas o blanco con pintas negras, oscuro con plumas claras en las alas, colorado claro, claro amarillo, y de un solo color sea oscuro o claro.» (Tosta G., Costumbres caraqueñas, 103).

CANAPIÁRE. Tejus sp. (?) Gran lagarto, casi del tamaño de una IGUANA, de color oscuro. Aliméntase de huevos, po- lluelos de aves, etcétera. Aseguran que combate y vence a las serpientes venenosas, como lo hacen otras especies análogas de la India. Portuguesa.

CANCANAPÍRE. Cronton sp. pl. CARCANAPÍRE.

*  CANCHA. Coima, paila, tablaje. Del quichua kamcha, maíz tostado.

*  CANCHERO. El que recoge el derecho de tablaje en los garitos o tahúres.

*  CANÉY. Cobertizo, construcción cuyo techo está soste- nido por pilares de madera solamente, sin paredes ni otro revestimiento. Aplícase en especial al edificio dentro del cual se emplaza la maquinaria de un trapiche de caña de azúcar. –«El buhío o casa de tal manera fecho, llámase ca- ney.» (Ov., I, 164). –«Halló un pueblezuelo o lugarejo de cuatro caneyes que son unos bohíos o casas muy largas en



que se recogen mucha gente a vivir.» (Aguado, I, 364).
–«Estos bailes son generalmente en un caney de palmas, suerte de bohío amplio, donde caben holgadamente danzan- do veintiocho o treinta parejas.» (D. Mendoza, El llanero,
p. 25). Voz taína que significa «casa grande de los señores y caciques», o en concepto de los conquistadores, tugurio, cabaña circular. De aquí el envilecimiento de la voz. En el vocabulario chaima de Humboldt se halla la voz canéi, adop- tado sin duda. Reff. Cas., III, 51, V, 468; Bachiller, p. 232.

CANÉVANO. Árbol maderable de Barcelona.

*  CANÍBAL. Antropófago. Voz antes aplicada a los cari- bes antillanos como patronímico. –«De allí adelante cre- yeron que aquella gente debía ser los que llamamos caribes y entonces los llamaban y llamábamos caníbales.» (Cas., Apolog., cap. 167). Ref. Martyr, Déc.

*  CANÓA. Barca enteriza, alargada, más o menos capaz, usada por los americanos precolombinos. –«Acordé surgir y ver esta gente, de los cuales luego vinieron en canoas a la nao.» (Colón, carta a los Reyes Católicos, 1498). –«Los Españoles las dicen (a las acalles de los Mexicanos) canoas, avezados a la lengua de Cuba y Santo Domingo.» (Gómara, Méx., c. 78). Casas, I, 299; Oviedo, Martyr, Federmann, Castellanos, Acosta y otros autores citan el vocablo, que aceptado sin dificultad desde 1493, tomó puesto en el dic- cionario de Nebrija y se impuso además, con leves modi- ficaciones, a muchas lenguas americanas o europeas. Voz taína. La comparación que hacen Oviedo y Covarrubias de la canoa con una artesa o dornajo ha hecho decir a la Academia que esa nao no tiene proa ni popa y que la voz es caribe. ||–Caja o nicho del pesebre, y por extensión, cua- dra, caballeriza. En algunos campos o parajes del Llano



una canoa fuera de uso sirve para echar el pienso de las bestias. ||ARRIMAR LA CANOA a alguno: auxiliarle, favore- cerle en un trance o negocio. Alude al servicio que prestan las canoas laterales que convoyan a los pasadores de ganado en los ríos caudalosos del Llano. ||SER UNA CANOA: se dice por encomio de una bestia de silla que anda bien y de mane- ra que el jinete apenas siente el paso de ella. ||SER BUENA CA- NOA: se dice de un vado cuando no ofrece dificultad alguna para gobernar la canoa en que se pasa. ||SER LOCA una canoa: estar construida defectuosamente, de modo que bambolea demasiado al ponerse a flote. ||SER LA CANOA DEL PASO: aplí- case a una bestia de silla que con frecuencia piden prestada. Por extensión, se dice de las personas, de un hombre públi- co, de esos que llaman necesarios, etcétera. –«Nada había da- do el país –para constituir a un hombre público en canoa de pasaje, por sobre todo género de corrientes, de lagos y aun de pantanos» (A. L. Guzmán, Datos históricos, II, 317).

*  CANOÉRO. Patrón que gobierna una canoa. –«No pone canoero la bandera | Para mostrar cuan próspero venía.» (Cast., 1, Eleg. XIII, c. 3º).

CANOÍTA. Dim. de canoa. Canouela trae Cast., Elegg. XII
y XIII.

CANOÍTO. Beurreria exsucca. Borragináceas. Árbol de Occ. útil en construcción para vigas y viguetas. Probable- mente idéntico al que lleva igual nombre en el Guárico. Sinn. Grimanso, Guatacare, que corresponden, según Pittier, a la B. cumanensis.

CAÓBA. Madera del caóbo. Voz taína. Bayo la deriva del brasileño taúba.



*  CAOBANA. Myrcia acuminata. ORURA, abajo.

CAÓBANO. Brunella comocladifolia. –«El cahobano de Barquisimeto es igual a la mejor cahoba de aquellos países y la circunferencia de su tronco pasa de 4 varas.» (Cod., 101). En realidad es algo semejante a la caoba, pero de ca- lidad inferior, y se usa principalmente en tablas y tablones.
||–BLANCO. Guarea ruagea y G. mollicoma. Meliáceas. Ma- dera de color amarillo o blanco, liviana y poco dura, usada sobre todo para hacer cajas.

CAOBILLO. Brunella funckiana. Rutáceas. Árbol made- rable. E. Miranda.

CAÓBO. Swietenia candollei Pittier. Meliáceas. Árbol bien conocido por la predilección que hacia él muestran carpinteros y ebanistas. –«Llega su tronco a 20 varas y tie- ne de 3 a 4 de circunferencia. Su madera es, sin embargo, muy inferior a la de los de Haytí y Honduras, excepto en Rio Negro, donde se encuentra de excelente calidad y aun superior en lo compacto.» (Cod., 100). Lo siguiente se re- fiere al CAOBO de las Antillas (S. mahogani), no al CAOBANA arriba mencionado. –«Caoban es un árbol de los mayores e mejores e de mejor madera e color que hay entre todos los desta Isla Española, la qual madera es asaz colorada, e ha- zense della muy hermosas puertas e mesas, e caxas, e tabla- zon para lo que quieren, e muy lindas vigas, e tan gruesas e luengas como las quieren, o las pide la obra.» (Ov., I, 341).
–«Tiene también otros árboles esta Isla, que llamaban cao-
ban, la o letra luenga, los indios; tienen muy buena madera para arcas o mesas, algo colorada o encarnada con algún olorcillo bueno, que parece que quiso ser cedro pero no lo es, porque en esta Isla no hay cedros, en la de Cuba si muy excelentes.» (Cas., 324). CAHOBA, escribe Codazzi: ALCAYOBA



es forma híbrida y anticuada en España. La caoba de que habla Oviedo en otro pasaje (I., 325) es cierto árbol frutal.
||–BLANCO. Árbol del E. Lara, de madera amarillento-gri- sácea con pequeños rasgos grises.

CAÓTE. Clusia carachensis. Gutíferas. Árbol silvestre de hojas opuestas, cruzadas, pecioladas, acuñado-lanceoladas o acuñado-oblongas, con costilla prominente y muchas ve- nas; cimas pedunculadas, más cortas que las hojas, triflo- ras; flores pediceladas, fragantes, con 4 brácteas calicinas; cáliz quinquefido, corola quinquepétala, blanca; pétalos li- bres, hipoginos, más largos que el cáliz, obovado-orbicu- lares; estigmas 5, radiados. El fruto, semejante al del COPÉI, suministra asimismo una resina útil. Voz usada en Trujillo. Ref. Cod., 117.

CAPA. Es, según Gómara, la danta o tapir. (Hist., en Col. Rivadeneyra, vol. XXII, p. 206). –«Críanse valientes tigres, osos hormigueros, dantas, a que llaman ellos capa.» Si- món, Notic., IV, cap. 25. No sabemos que se use tal voz aquí, sino como designación geográfica (caño próximo al Masparro, E. Zamora).

CAPADÁRE. Denominación comercial dada a los ciga- rros elaborados con tabaco de Capadare (E. Falcón). –«Se sentó en un butaque —y prendió un capadare.» (Cabrera M., Mimí, 61). Geog.

*  CAPÁRRO. Lagothrix Humboldtii. Mono platirrino de estatura robusta, cabeza grande y redonda, ojos pequeños de un pardo oscuro y muy turbia la esclerótica, orejas pe- queñísimas, caninos con estrías, extremidades con 5 dedos, uñas bastante aplastadas y las del pulgar completamente pla- nas, cola prehensil, tan larga como el cuerpo. Pelaje negro,



suave, casi lanoso, muy escaso en el medio del vientre y caderas. El caparro es ágil y sociable, y su índole grave, tranquila y afable. Mide 70 cm de largo y 68 la cola.–«Hay otros caparros de color de avellana y con las mismas cua- lidades.» (Cod., 156). El río CAPARO lleva su nombre; pe- ro pronuncian la voz con r doble y no con r suave, como debía ser.

CAPESÍ. Ternstroemia sp. Cierto árbol de Barcelona.

CÁPI. Planta de Guayana cuya raíz mascan como estimu- lante los guajibos. Quizá es la Banisteria caapi, «frutex e cuius fructibus Indiani (ad fluvium Uaupes) potum parant amarum inter saltationes bibendum.» (Martius, Beitr., II, 388). Del tupi kaa-pi lo mismo.

CAPÍGI. Con este nombre describe Fr. Ramón Bueno un pe- queño mamífero de Guayana, del cual dice: «Andan en ma- nadas, son como garduñas, color pardo, uñas de perro, hocico de cerdo, rabo de gato, listado de negro; viven en los palos, y se alimentan de lombrices. La hembra suele parir hasta 17 hi- juelos más o menos que lleva sobre el lomo.» Es probable- mente la Didelphys dorsigera.

CAPÍGUA. Hydrochoerus capyvara. CHIGÜIRE. –«Los ríos y lagunas crían otros (animales) semejantes aunque mayo- res: tienen la cabeza como el becerro y se comen en días de pescado, andan en tropas y es menester gran sutileza pa- ra matarlos: les llaman los indios Capigua.» (Ruiz B., I, 23). Voz usada en el Alto Llano. Ruiz Blanco la traduce GUARDATINAJA en su Tesoro cumanagoto. Car. kapíbia, tam. kappiua, cum. kapígua, lo mismo. En guaraní es kapiyguá o capiiguá o capiibá (i gutural).



CAPINO. Bebida refrescante, o carato, que con el casabe preparan los caribes barceloneses. –«Del cazabe usan los indios caribes hacer bebida, llámanle capino, y recién he- cha es dulce, mas luego se pone aceda y embriaga como la bebida que hacen del maíz los indios Cumanagotos.» (Ruiz B., Conversión, cap. I, 12).

CAPÍN MELADO. Melinis minutiflora. Véase Yaragua.
«A sus pies se extendía una sabana cubierta de capín en plena florescencia y entre las espigas violáceas asomaban las estrellas blancas y verdosas del amarrabuey.» (Urbaneja A., En este país!… p. 47). Caapyim en tupi significa yer- ba; lo cual indica el origen brasileño de esta gramínea y del nombre compuesto con que se la designa en Caracas.

CAPORÚNO. Heliconia sp. Especie de BIJAO del Bajo Llano, cuyas grandes hojas emplean los naturales para te- char sus cabañas.

CAPUCÉRO, A. Epíteto dado en Occ. a los federalistas en 1858, porque los primeros rebeldes fueron campesinos armados de flechas o CAPUZAS. Sin. GUARICONGO en Or.

CAPÚCO. Cangrejo. Voz us. en Or. Del cum. apuko, cier- to cangrejo.

CAPÚRE. Árbol maderable de Guayana. Capuri, Urá, son nombres antiguos del río Apure.

CAPÚZA. Flecha. Del ch. kapura, lanceta de hierro (?). Nos inclináramos a pensar en una alteración del español capucha significando acento circunflejo; pero no hallamos fácil que una voz técnica como ésta haya podido aceptarse en el lenguaje exclusivamente popular y regional y aplicarse



a un uso puramente indígena. ||–Forma elemental del hierro quemador para marcar ganado. Es en figura de saeta, como la que sirve para marcar géneros ingleses de exportación.

CAQUETILLO. Árbol de construcción del Zulia. ¿Voz afín de caquetío?

CARABALÍ. Árbol del E. Portuguesa, al parecer una le- guminosa. Sin. Hueso de pescado. Voz africana, en apa- riencia. –«Mimosácea, sea Pithecolobium o Piptadenia o aun Lysiloma sp.» (H. Pittier). ||–En el E. Lara es un árbol elevado, de la fam. de las Leguminosas, de tronco liso, pa- recido en el aspecto y ramaje al CARO, con el que lo con- funden a veces. Su fruto es una legumbre derecha, larga, comprimida, ancha de una pulgada, con semillas lenticu- lares, grises, achatadas, de funículo transversal adherido a una de las suturas, pero con el hilo vuelto hacia el extremo de la legumbre. Madera sin aplicación, usada como leña.

CARACÁRO. Enterolobium cyclocarpum. CARO, abajo. Voz us. en Apure. ||–Caesalpinia sp. Árbol de especie incierta.

CARACUÉI. Bromeliáceas. Especie de planta parecida a la maya aunque más pequeña, y su fruto, que se halla en la isla de Margarita y en las costas del Oriente. El fruto es co- mestible, y por sus hojas, provistas de púas, aprovéchanla para vallados de las fincas rústicas. –«Caracueles, fruta muy dulce y parecida a otra que por acá llamamos piñue- las.» (Carv., 367). «Hay chica, cotuprises y mamones, | pi- ñas, curibijures, caracueyes.» (Cast., 1, Eleg. XIV, c. 1º).
–«En un caracuey polvoriento, los restos de un chinchorro deshecho.» (B. Vallenilla L., Guerra y fiebre).

CARACUEYÁL. Sitio cubierto de caracueyes.



CARÁMA. Hacinamiento de palos y árboles desarraiga- dos en las crecientes de los ríos, arrastrados por la corriente y detenidos en el cauce. Obsérvase de preferencia en los grandes ríos del Bajo Llano, donde la poca fuerza de la co- rriente y lo plano del terreno producen ese efecto y la divi- sión del álveo en muchos brazos, poniendo así obstáculos insuperables a la navegación. –«Este estado de cosas puede modificarse para las épocas normales, removiendo las ca- ramas del curso inferior de estos ríos.» (F. de P. Álamo, El Estado Miranda, p. 25). Geog. ||–En sentido figurado es la cornamenta de un ciervo o la dentadura irregular de un su- jeto. –«No le cabía duda de que otros también lo hubieran visto como decían: vuelto en venado de cuatro caramas bri- llantes como espejos.» (Leonte Olivo, h., Alma en pena).

CARAMACÁTE. Homalium racemosum. Samidáceas. Árbol de hojas alternas, simples, enteras, pecioladas, co- riáceas, elíptico-oblongas, lampiñas, con estípulas caducas; flores en racimos espiciformes terminales, verdoso-amari- llentas, cáliz y corola partidos en 6 a 7 divisiones; estam- bres de 18 a 24 en 8 andróforos cubiertos de pelo sedoso, opuestos a los pétalos; pistilos 3; cápsula unilocular, polis- perma, de dehiscencia mediana. Guayana y otros lugares. Planta útil por su madera. Ref. Cod., 119. Caramacat en ch. y caramacata en cum. significan carbón; y formas aná- logas se hallan en otras lenguas caribes. Ignoro qué relación hay en ello. Voz geog. Sin. ANGELINO.

CARAMÉCHE. Género de espuerta fabricada de tallo de ALBARICO y otras materias que afianzada en la frente por medio de una banda llevan a la espalda los caribes barce- loneses para conducir efectos pesados. D. t. CARAMICHES.



CARAMÉRO. Árbol o tronco o despojos vegetales gruesos arrastrados por la avenida o la corriente de un río. –«Cerca de mí pasaban –los troncos de árboles arrancados de cua- jo, los carameros de basura, las ramazones desgajadas.» (Cabrera M., Mimí, 201). ||–A veces equivale a CARAMA (el efecto por la causa). –«Guabina le dijo al bagre: | vamonós al caramero, | porque ya suena el clarín | y nos coge el chi- chorrero.» (P. Montesinos, Cancionero popular, Ms). ||–Por analogía, palos que las aguas pluviales hacinan sobre un ca- mino, efectuando así algo semejante a lo que en fortificación pasajera llaman abatida.

*  CARÁNA. Palmera de hojas flabeliformes, que se halla en la isla de Margarita. A pesar de la identidad de nombre con la Mauritia Carana Wall., no cree Ernst sea la misma.

CARAÑA. Protium carana. Burseráceas. Árbol de hojas trifoliadas y hojuelas oblongas, acuminadas, lampiñas, lus- trosas por encima, blanco-escarchadas en el envés; racimos axilares y terminales con flores blancas, de cáliz pequeño, persistente; fruto seco, con epicarpio coriáceo. –«El cara- ña –abunda en las montañas de la provincia de Mérida, y sobre todo en las de Guayana.» (Cod., 101). Ref. Gum., I,
271. ||–*Resina extraída del CARAÑA. –«También (vienen) la tacamahaca y la caraña, que son muy medicinales.» (Ac., IV, 29). –«Otra resina, llamada Caraña, sacan los Indios, es de color encarnado, tiene el olor fiero.» (Gum., I, 307; ed).
«Aquí me están acordando la pida un poco de caraña, por- que me hace mucho provecho: ha de ser bueno, no se olvi- de por caridad.» Sta. Teresa, carta de 1577. Nótese el género masculino dado a la voz.

*  CARAÓTA. Nombre dado corrientemente a varias cla- ses de judías, habas o habichuelas producidas por plantas



volubles de los géneros Phaseolus, Canavalia y Pachyrrhizus, fam. de las Leguminosas. Se conocen muchas especies en el comercio, tales como la CARAÓTA BLANCA (Ph. linearis): la C. NEGRA (Ph. vulgaris) una de las más usadas en Caracas: la
C. GRANDE (C. gladiata) cultivada en Mérida: la C. DE CA- BALLO (P. angulatus) también de Mérida: la C. CHIVATA, de legumbres acinaciformes, ungüiculadas, largas de 6 cm con unas 5 semillas de un blanco pajizo, cultivada en el E. Lara (ver PASPÁS, TAPIRUCUSO). –«Las caraotas se dividen en grandes, también llamadas ponchas, y pequeñas o comu- nes: los frijoles en comunes y menudos; y tanto estas cuatro variaciones como los guaracaros y las demás especies –se subdividen por los colores de las semillas en blancos, ne- gros, amarillos, morados, bayitos, rayados y pintados, resul- tando de estos accidentes sobre cuarenta variaciones.» (Díaz, I, 87). –Este grano es un elemento indispensable en la mesa de la clase pobre u obrera, aunque en el comercio está in- cluido entre los frutos llamados «menores». –«Las palabras caraota, tapiramo, guaracaro y tapirucuso (dice el Dr. Ernst) no se conocen sino en Venezuela, lo que nos parece indi- car que también muchas de las plantas que designan, son indígenas del país. Debemos sin embargo observar que el minucioso Fr. A. Caulín no menciona ninguna de ellas entre la variedad de frutos que con el beneficio de la labor cojen para su sustento, así los Españoles como los indios, y demás gentes de estos países.» (La Exposición, p. 397). Cree Rojas que la voz es caribe o tupi, y agrega que el único cronista en quien la ha hallado es Nicolás de la Rosa, el cual en su Floresta de Santa Marta dice, hablando de las legumbres de esa tierra: –«Hay otras redondas llamadas guanduz, y otras del tamaño de habas, llamadas caruatas, y todas muy gusto- sas.» Con todo, existe un pasaje de Oviedo que viene muy al caso, cuando trata de los frutos que se crían en la provin- cia de Venezuela, en el cual menciona la «icaraota que es



una cierta legumbre como habas.» (O. c., II, 281). –En an- tiguas relaciones geográficas de Venezuela también ocurre la voz algo alterada. –«Carogotas que son como habas.» (Relaciones geográficas de Indias, III, 81). –«El sustento de los naturales tocante a lo susodicho es auyamas, yerua mora, apio y cairdes que es a modo de ñames y otro grano que se dice ciguerita que es a modo de lentejas de España, carahotas que son a modo de hauas de España.» (Descrip- ción de la ciudad del Tocuyo, en 1579). D. t. CARÁUTA.
–«¡Buen tiempo! —dijo Domingo, echándose de la chin- chorreta; –calentura, invierno y plomo; y gracias que hay carauta.» (B. Vallenilla L., Guerra y fiebre).
*  CARÁPA. Carapa guianensis. Meliáceas. Árbol fron- doso y corpulento que se eleva a 50 pies y más de altura; hojas pinnadas, pecioladas, compuestas; hojuelas elíptico- lanceoladas, opuestas, lampiñas; flores pequeñas, blan- quecinas; cápsula globosa, de un color gris sucio, que a veces muestra gotas de una goma blanquecina en su superficie lam- piña; semillas gruesas, angulosas que contienen cerca de 70 por ciento de aceite, con el cual fabrican jabón, o lo emplean en el alumbrado, o bien como droga específica contra algu- nas dolencias, por ejemplo, ciertas dermatosis, picaduras de insectos. Madera de color gris o castaño claros uniformes en la médula más o menos compacta, con círculos concéntricos distintos. Crece en el Alto Llano, Cumaná, Maturín, Guayana.
«Píntanse todos de achiote y de una goma que llaman Carapa;
dicen que es defensivo para el sol, y así lo usan varones y hembras.» (Ruiz B., Convers., § 41). Voz galibi; en caliña y trio, krapá; en aruaco káraba. Reff. Cod., 110; Gros., II, 371.
CARAPÁICO. Ara chloroptera. Sitácidas. Especie de gua- camaya de color rojo oscuro; cobijas de las alas, verdes; par- tes desnudas de la cara provistas de algunas plumas. Van generalmente apareadas. Oriente, Guayana.



CARÁRE. Véase CARÁTE. –«El carare es una infición se- mejante a la buba en cuanto al modo de manifestarse por manchas semejantes a empeines que se cubren de escaras farináceas poco a poco, y sin mayor incomodidad se van extendiendo y dilatando, de manera que al fin transforman el color de la piel, causando la deformidad del rostro.» (Díaz, I, 260).

CARAROSO, SA. CARATOSO. –«Yo no he visto un caro- roso que solicite remedios.» (Díaz, I, 260).

CARÁTA. Sabal (Trithrinax) mauritiaeformis. Palmera cuyo tronco, alto de 20 a 25 m y grueso de 30 a 35 cm, es aislado, inerme, anillado; hojas flabeliformes, en número de 12 a 15, largas de 5 a 6 m, pecíolo acanalado y de lámina casi redonda dividida hasta cerca de la base en dos mitades pinatífidas, cuyas divisiones se doblan por el ápice hacia abajo; drupa no más grande que un garbanzo, negra. Los ejemplares jóvenes que aún carecen de tronco son notables por las dimensiones extraordinarias de sus hojas. Habita en las selvas de Guayana, Zulia, Yaracuy y en el Bajo Llano, donde aprovechan sus hojas para techar casas. La voz pro- cede, según Ernst, del guaraní kara encorvado, circular, re- dondo, por la forma de la hoja. (Obs. acerca de alg. palm. de ntra. flora, XVI; en Bolet. del Min. de Ob. Públ. Caracas, 1891). Sin. PALMA REDONDA. Ref. Caul., I, 3.

CARATÁL. Sitio poblado de CARÁTAS.

*  CARÁTE. Micosis epidérmica producida por especies de hongos del género Aspergillus. Las lesiones de la piel pueden ser blancas o rosadas, o de azul de acero o índigo, siendo éstas las más fáciles de curar. –«Adolecen los Tunebos de cierta enfermedad sucia y asquerosa llamada



carate, y es a manera de lepra, de que están cubiertos hasta el rostro y las manos, con unas manchas azules y blancas que da horror al verlos.» (Rivero, 54). D. t. Carare. Sin. CÚTE. Ref. Gilii, II, 62.

CARATILLO. Líquido refrescante preparado con arroz molido, agua, azúcar y alguna sustancia aromática. –«No te vayas, me dijo Luisa, para que tomes caratillo.» (Romero G., Peonía, p. 196). –«Hubo una tregua destinada al descanso y a los refrescos de caratillo, sangría, bull y la sustanciosa chicha.» (Tosta G., El poder civil, 28).

CARATIVANA. Véase CARITIVÁ.

*  CARÁTO. Bebida más o menos espesa, hecha por sim- ple expresión o por cocimiento en agua de varias frutas o semillas. Del segundo modo se procede con las sustancias feculentas. –«La (bebida) más agradable y más sustancio- sa es el carato fresco del maíz tostado. Éste se pone a co- cer hasta que se ablande, de manera que pueda molerse, y molido con una raíz de gengibre, para hacerlo más agra- dable, se cuela por un lienzo fuerte, con cantidad suficien- te de agua, endulzándolo después con papelón o sirop.» (Díaz, I, 34). –«Los criollos también hacen lo que llaman carato, bebida muy agradable, de que se usa como hor- chata.» (Cod., 128). Véase CHICHA, en parte.

CARATÓSO, A. Sujeto afectado de CARATE. D. t. CARAROSO.

CARAVÁRA. Especie de árbol indeterminado.

CARCANAPÍRE. Dase este nombre en el país a varias es- pecies de Croton, familia de las Euforbiáceas. El más conoci- do es el C. fragilis, planta de tallo fruticoso, hojas enterísimas,



aovado oblongas, acuminadas, mucronadas, subtrinervias, sembradas por encima de pelos estrellados, flojamente inca- no-tomentosas por debajo. Flores en espiga, blancas. Fruto capsular, trilobular, con 3 semillas ovoideas, negras. Crece en Cumaná y otros lugares. Planta medicinal, de que aprove- chan la corteza; estrujadas las hojas exhalan un olor aro- mático. El C. rhamnifolius es otra especie. En el Alto Llano aplícase el nombre, y el de AMARGOSA en Lara, a otra especie de Croton, que es una yerba perenne, de 4 a 6 pies de alto, con hojas acorazonado-lanceoladas, aquilladas, aterciopeladas en- cima, blanco tomentosas debajo, algo aserradas, blanquecino- verdosas; espigas terminales; flores masculinas de cáliz quinquesépalo, 5 pétalos oblongos, agamuzados y 14 ó 15 es- tambres umbelados; flores femeninas con 3 estilos bifurcados; cápsulas con 3 semillas. Rotos los tallos tiernos y pecíolos llo- ran un jugo diáfano, viscoso. Las hojas y corteza son aromá- ticas. Según Benítez, las propiedades curativas de la planta como tónica y antipalúdica fueron conocidas en Europa des- de 1692 en que habló de ella por primera vez el médico espa- ñol Vicente García Salat (Principios, etcétera 25). –D. t. CANCANAPIRE. En car. karpanapire; en cum. karpanapiri, según Ruiz Blanco.

CARÉBE. Especie de cuchara, de forma oval, a la que sir- ve de mango la parte más angosta del óvalo. Fabrícala del fruto del totumo y úsala en Occidente la gente campesina. Sin. PICHÁGUA. Cf. el guagibo kariepa, cuchara, que indi- ca ser voz tomada de algún dialecto andino, pues en el Oriente es desconocida la voz CARÉBE.

*  CARÉY. Concha que cubre las placas del disco en la tor- tuga caréta. Del malayo kárah, tortuga de caréi, según Fabre (Dict. malais-française, París, 1875).



CARÉTA. Caretta imbricata. Tortuga de mar «cuya car- ne es malsana y los huevos muy buenos; come yerba tanto dentro del agua como fuera de ella.» (Cod., 214). En gal. karet, en ch. karai, lo mismo.

CARIÁCO. Cordia sp. CAUJÁRO, TARÁRE. ||–Adjetivado, aplícase a animales o vegetales. –LA PALOMA CARIACA es la Zenaida ruficauda, que se halla en el Zulia. –«El MAÍZ CA- RIACO es una variedad, llamada erépa por los antiguos Cumanagotos, que al igual del AMAPITO, el TUAYE y otros, es menos crecido que el YUCATÁN y además, de mazorca más pequeña y grano más frágil, aunque fructifica más pron- to. Esta variedad viene ya citada por Carvajal (o.c. p. 155) y de ella se distinguían subvariedades de diversos colores en el Orinoco, según Gilii.

*  CARIAQUÍTO. Plantas herbáceas o fructiculosas del género Lantána, fam. de las Verbenáceas, de que vulgar- mente se distinguen diversas especies según el color de sus flores. Ref. Ben., 26. ||–BLANCO. L. cylindristachya y L. alba. ||–COLORADO. Varios arbustos o subarbustos inermes, de hojas opuestas; v. g. L. involucrata, de ramos subtetrago- nales y corola lilacina, con garganta amarilla; L. reticulata, de tallo redondeado; L. moritziana, de ramos cuadrangula- res y corola amarilla que al fin se torna anaranjada. D. t. CARIAQUITO DE SABANA. –«Hay otra especie de cariaquito lla- mado de sabana, que produce una frutita encarnada y dulce que gusta mucho a los niños; de ella no tengo yo ningún co- nocimiento como planta medicinal, aunque no puede menos de serlo.» (Pompa, Nº 93). Sin. MAÍZ-ZORRO, en Portu- guesa. ||–ENCARNADO. L. camara. Es inerme o ligeramente es- pinoso, con ramos cuadrangulares y corola al principio amarilla y al fin anaranjada. Sin. FLOR DE SANGRE. ||–MACHO. Especie indeterminada. ||–MORADO. L. trifolia. Tiene ramos





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